La biomasa es un recurso energético renovable formado por materia orgánica procedente de la actividad biológica natural o provocada, presente en nuestro planeta. Se encuentra en diversas formas disponibles para su transformación, entre las que podemos destacar las siguientes:
- Biomasa forestal y residuos forestales.
- Residuos procedentes de la transformación de la madera.
- La fracción orgánica de los residuos urbanos o industriales, así como la fracción orgánica de lodos de depuración de aguas residuales o industriales.
La energía almacenada en la biomasa se puede emplear para obtener energía térmica o eléctrica usando un amplio abanico de tecnologías. En el caso particular de la producción de energía eléctrica la biomasa se puede emplear en centrales de producción eléctrica convencional como un sustituto de los combustibles no renovables empleados habitualmente (carbón, petróleo, gas natural, combustible nuclear).
En estos casos, la biomasa previamente acondicionada, se lleva a la parrilla de la caldera para su combustión, y el calor producido hace que el agua que circula por las tuberías de la caldera se convierta en vapor de agua.
El agua que circula por el interior de la caldera proviene del tanque de alimentación; antes de entrar allí, el agua ha pasado generalmente por un economizador, donde es precalentada mediante el intercambio de calor con los gases de combustión que salen de la propia caldera para aprovechar al máximo el poder energético y reducir las emisiones atmosféricas.
El vapor generado en la caldera se expande en una turbina que acciona un generador eléctrico, donde se produce la energía eléctrica que, una vez elevada su tensión en los transformadores, se vierte a la red general mediante las líneas de transporte correspondientes.
El vapor de agua proveniente de la turbina es transformado en líquido en el condensador, y de ahí es enviado nuevamente al tanque de alimentación, cerrándose así el circuito principal del agua en la central.
Los gases de combustión son limpiados por los equipos de depuración, antes de ser vertidos a la atmósfera a través de una chimenea. Las partículas retenidas, junto con las cenizas de la combustión, son conducidas al cenicero para ser transportadas posteriormente a un vertedero.
Además del proceso convencional de combustión, la energía presente en la biomasa se puede aprovechar, mediante las tecnologías de Pirolisis y Gasificación, para producir un gas energético que se empleará como sustituto del combustible convencional para la producción de electricidad.
Fuente: Departamento biomasa Bester
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